Al
final del último post os proponía subiros al tren de esta apasionante aventura
que es innovar. Espero que seáis muchos a los que os haya enganchado el asunto.
Seguro que con esa invitación pronto se os vinieron estupendas ideas a la
cabeza. Pero lo más probable es que os preguntéis… ¿cómo darlas forma? En esta
entrada os daré algunas claves que seguro os ayudan para ir asentando vuestras
propuestas.
En
primer lugar, es importante que sepáis que realizar un proyecto de innovación
no consiste solo en tener ideas chulas y creativas. Como todo proyecto, también
requiere pasar por un cuidado proceso de elaboración. El que nosotros
utilizamos en nuestro proyecto de la asignatura es ADDIE. Desde este modelo se
proponen 4 pasos a seguir:
·
Análisis: del problema al que dar solución, de
los medios que vamos a poner en marcha, de la planificación, los recursos… En
definitiva, análisis de todos los componentes que formarán parte del proyecto.
·
Diseño: de la estrategia, de materiales,
recursos…
·
Desarrollo: en este momento debemos dar sentido
a todo lo realizado hasta ahora. Uniremos todos los puntos, con coherencia,
para llegar a obtener el producto deseado.
·
Implementación: una vez con todo listo… ¡solo hay que
ponerlo en marcha!
Todos
estos pasos han de evaluarse constantemente para poder realmente plantear un
proyecto de calidad. Pero, una vez implantado, os preguntaréis… ¿cómo saber si
realmente funciona?
Pues
bien, para poder saberlo, hemos, una vez más, de evaluar. El modelo que
nosotros utilizamos para ello es el Kirkpatricks. A través de él, se puede
valorar el nivel de impacto que ha tenido el proyecto en cuanto a:
·
La reacción, es decir de la satisfacción de aquellos a los que va
dirigido.
·
El aprendizaje que han tenido a lo largo del
proyecto.
·
Los
cambios de comportamiento que el proyecto ha propiciado, o
cómo han aplicado los conocimientos.
·
Y
por último, los resultados que ha dado, es decir, el impacto total
que ha supuesto su implementación.
Como
veis, la innovación está sometida a una constante evaluación y revisión. Esto
quizás sean los indicadores de calidad de una buena propuesta de innovación.
Es
importante también, estar al tanto de las principales tendencias educativas,
para poder utilizarlas en nuestros proyectos. En las jornadas de SIMO EDUCACIÓN
de Madrid, se premian a muchas propuestas creativas. Os dejo el link con la
dirección a la página web para que podáis inspiraros y coger ideas para poner
en marcha prácticas innovadoras en vuestras aulas:
Espero
que os haya gustado este post, y que os sirva de ayuda para ir dando forma a
todas esas ideas que seguro tenéis. En el próximo post, compartiré con vosotros
todo el trabajo que hemos realizado durante este tiempo en la asignatura:
¡nuestro proyecto de innovación!
¿Tenéis
curiosidad por saber de qué trata?